lunes, 4 de julio de 2011

REPRESENTANTES Y SUS PENSAMIENTOS DE LA ANTROPOLOGIA


Pensamiento de Sócrates:
Sócrates dice que el alma es algo que existe dentro de nosotros, pero que no se capta por los sentidos. Él dice que poseemos alma por lo que somos capaces de hacer. El alma es sinónimo de alma racional, de inteligencia. Además, el alma tiene una vertiente práctica, relacionada con lo que nos permite decidir nuestra conducta. Ésta es la más importante para Sócrates, es decir, la función ética o práctica. Sócrates está muy preocupado por el problema de la felicidad humana, la felicidad no está determinada por ningún agente externo (por la voluntad de los dioses, o por la biología, herencia...), sino que depende de nuestras propias decisiones. Nuestras decisiones son el resultado de nuestros conceptos, del conocimiento que tengamos del bien y del mal, de lo justo y lo injusto... El bien y el mal son objetivos, no depende de lo que nosotros digamos. La voluntad está sometida a la inteligencia. A ésta manera de pensar se le llama intelectualismo socrático, es decir, identificar el conocimiento del bien con la buena conducta, y el vicio con la mala.
La felicidad no se compra con el dinero ni con el éxito.
La felicidad consiste en la práctica de la virtud, llevar una vida virtuosa conforme a los valores morales. Una persona es ignorante en la medida en que no conoce los límites entre lo bueno y lo malo. La ignorancia es la que conduce a la desgracia del ser humano.
Una persona es ignorante porque no encuentra los límites del bien y del mal.
La ignorancia es la enfermedad del alma.


Pensamiento de Platón:

(Ateniense, discípulo de Sócrates) filósofo del siglo IV a.C pensaba que el hombre estaba compuesto de cuerpo y alma. Para él, el hombre es esencialmente alma. Al igual que Sócrates, Platón dice que el alma es inmortal.
Él dice que el alma (racional) es principio de conocimiento racional, aquello que nos permite conocer la esencia de las cosas.
Además de alma racional, hay alma concupiscible (es decir, tendencia hacia el placer).

Alma irascible (es decir, tendencia hacia el poder, superar las dificultades) lo que se debe hacer y lo que apetece hacer entran en conflicto. El deber y el placer no son compatibles a veces. Sin embargo, el alma irascible puede ser aliada de la razón.

Platón dice que “la felicidad es un estado del alma”. Es feliz aquella persona que consigue la armonía interior, que se consigue cuando el alma racional controla a las otras dos, cuando somos capaces de hacer lo que comprendemos que tenemos que hacer, poseemos salud mental.
Platón señala cuatro virtudes para conseguir la armonía: prudencia, fortaleza, templanza y justicia.

- La prudencia es la virtud que perfecciona al alma racional y que implica el conocimiento de la verdad y del bien. La enfermedad del alma racional, es decir, lo contrario de sabiduría o prudencia, es la ignorancia.

- La virtud propia del alma concupiscible es la moderación o templanza. Tenemos que decir no al placer muchas veces para no crear problemas.

- La virtud propia del alma irascible es la fortaleza, es decir, la capacidad de vencer las dificultades y no ceder a que nos venzan.

- La justicia es una virtud que resulta de la posesión o unión de las otras dos. Una persona justa es una persona que tiene un ajustamiento o armonía interior. Para ser ajustado debemos ser sabios, fuertes y moderados.

Problema de la inmortalidad del alma en Platón:

En todo conocimiento existen dos elementos que son el sujeto (Ser que conoce) y el objeto (lo conocido). Hay dos tipos de sujetos, según como se observe el objeto: la razón y los sentidos. Como las verdades que conoce la razón (la esencia) es inmaterial, el alma y la inteligencia también es inmaterial. Al no ser material la razón no desaparece, no muere.
El objeto de la razón es la esencia de las cosas, el de los sentidos es el aspecto material (apariencias de las cosas).
Decir que el alma es inmaterial, es decir, que no está compuesta de partes y, por tanto, no muere ni desaparece, es decir, es inmortal porque morir significa descomponerse en partes. Éste argumento es el “Diálogo de Menón”.

El cuerpo del hombre muere como consecuencia de las enfermedades propias, las enfermedades del alma son: la ignorancia, la intemperancia, la cobardía y la injusticia. Si éstas enfermedades no acaban con el alma, mucho menos lo van a afectar las enfermedades del cuerpo. Esto lo dijo en su obra “La República”.

Relación del alma con el cuerpo:

El ser humano está compuesto de dos sustancias distintas, que son el cuerpo (material, compuesto de partes) y el alma (inmaterial). El problema está en cómo puede haber una relación entre las dos siendo de naturaleza tan diferente. La relación entre cuerpo y alma es una relación accidental, antinatural y violenta o forzada.

 * Es ACCIDENTAL porque el cuerpo y el alma son dos sustancias diferentes y, en cierto modo, incompatibles: el alma no necesita del cuerpo para vivir, si el cuerpo y el alma son de naturaleza distinta, distintas esencias.

* Es VIOLENTA porque el alma tiende a la esencia de las cosas y el cuerpo tiende a las apariencias. Entre las dos hay una tensión existente entre nosotros.
Para Platón, educar significa liberar al alma de la ignorancia, para que consiga llegar a la verdad de las cosas.


Pensamiento de Aristóteles (siglo IV a.C):

Fue discípulo de Platón y nació en la polis de Estagia, ingresó a los 17-18 años en la academia de Platón y estubo durante 20 años. A pesar de la influencia de Platón en Aristóteles, éste último elaboró un pensamiento diferente y se separó del pensamiento de Platón en muchos aspectos (“Yo soy muy amigo de Platón, pero más amigo de la verdad”).

Aristóteles es sobre todo biólogo, lo cual se nota mucho en la manera de interpretar al hombre (la biología es una parte de la física). Para entender el pensamiento sobre el hombre hay que partir de la física, que estudia los seres naturales. Ser natural es el que tiene en sí mismo el principio del movimiento y del cambio. Éstos se oponen a los seres artificiales. los seres naturales se dividen en seres inertes y en seres vivos, que los divide en vegetales y animales, que a su vez se componen de irracionales y racionales.
La característica principal de los seres naturales es el cambio, un cambio que se produce para algo, persiguiendo un fin, que es la perfección de su naturaleza, y ésto a su vez constituye su bien. Ésto se refiere principalmente a los seres vivos. Eso de la perfección de la naturaleza consiste en la realización de todas las posibilidades que tiene ese ser como tal clase de ser, por tanto, habrá tantas clases de bienes como clases de seres, porque cada ser tiene sus propias posibilidades, su naturaleza. Coincide, por tanto, el fin de ese ser con su bien.

La consecuencia de todo esto, en relación con el ser humano; es que el ser humano, como tal ser natural vivo (animal racional), tiene como fin la realización de todas sus posibilidades por su naturaleza. Como lo más propio del ser humano es la razón, será la perfección de su inteligencia lo que más le realice como hombre, la inteligencia se perfecciona con el conocimiento de la verdad, en lo que coincide con Platón.

Concepto de alma:

Aristóteles rechaza el dualismo platónico. Para él el hombre es una única sustancia o cosa, constituida de dos co-principios incompletos, que son el cuerpo y el alma, que no podrán existir separados sino que se completan el uno al otro.

- El alma es, para Aristóteles, principio de vida, por lo tanto aquí se deduce que todos los seres vivos tendrán alma. El alma es el principio que diferencia a los seres vivos de los seres inertes. Distingue el alma vegetativa, el alma sensitiva y el alma racional.

- El alma vegetativa es el principio de la vida y ésta es la única que tienen los vegetales; las funciones vegetativas son:
nutrición, crecimiento, reproducción y muerte.

- El alma sensitiva es el principio por el cual los animales realizan las funciones vegetativas y, además, otras funciones específicas de los animales: conocimiento sensitivo, movimiento local, función de ataque y huida, defensa, etc.

- El hombre es un ser natural, un animal racional (posee inteligencia abstracta). Tiene todas las funciones propias de los animales, pero también tiene algo extremadamente humano que es la razón. La inteligencia humana tiene dos funciones principales: entendimiento teórico y entendimiento práctico. El primero tiene como fin el conocimiento de la verdad de las cosas, es decir, la esencia. El segundo tiene por objeto conocer para actuar, es decir, la práctica, el conocimiento del bien, comportarnos correctamente. El entendimiento teórico y la voluntad son las dos funciones específicas del ser humano que no tiene el animal.

Íntimamente relacionada con la definición del hombre y de las funciones de la inteligencia se encuentra la teoría o concepto de felicidad. Todos los seres de la naturaleza tienden a un fin y ese fin es la perfección de la naturaleza de los seres, que consiste en el desarrollo de todas las posibilidades que tienen los seres de acuerdo con lo que son. Si esto lo aplicamos al hombre nos encontramos conque todo ser humano tiende a un fin y que la máxima aspiración del ser humano es llegar a conseguir la felicidad, que se consigue perfeccionando lo más propio del ser humano, que es la razón y sus dos principales funciones.

Teoría de la virtud: la virtud es un hábito bueno, que es lo que nos perfecciona como ser humano (es decir, lo bueno), lo malo es lo que nos deteriora como seres humanos.

Un hábito es una predisposición a actuar de una determinada manera, adquirida por repetición de actos. Los hábitos buenos y los vicios, o hábitos malos, se adquieren, es decir, no nacemos con ellos, ni virtuosos ni viciosos. No se nos dice buenos o malos por nuestras pasiones (que no podemos evitar, como son la ira, la cólera, la pereza, la amistad,...) sino por nuestros hábitos, los hábitos se adquieren y se pierden.

Aristóteles se separa bastante de Sócrates al decir el proceso de adquisición de un hábito. Sócrates decía que basta con saber lo que es bueno para actuar bien y basta con conocer lo malo para dejar de hacerlo. A ésto se le llama “intelectualismo” (identificar el conocimiento del bien con la conducta buena), la virtud es conocimiento y el vicio ignorancia.

Aristóteles dice que la conducta buena no depende sólo del conocimiento del bien o del mal. Hace falta otro elemento, que es querer hacer ese bien, voluntad para hacer bien las cosas, entendimiento práctico, además del entendimiento teórico.

Elementos del acto voluntario:

Saber lo que está bien y lo que está mal, conocimiento.Deliberación conocer las razones que tengo a favor y en contra de una determinada opción. En función de esa deliberación decido lo que hago, decisión. Ejecución, hacer en la práctica esa decisión.Persistencia en la acción tomada.

A través de éste proceso adquirimos hábitos buenos o malos, que son para el hombre como una segunda naturaleza. Son tan importantes que se conocen con nosotros mismos. Somos el conjunto de nuestros hábitos. Aristóteles dice que es imprescindible para llegar a la virtud, adquirir los hábitos buenos en los primeros años de nuestra vida, por lo que destaca la importancia de una buena educación. Un hombre educado es un
hombre virtuoso. Y un hombre mal educado posee hábitos malos, nocivos y erróneos.
Clases de virtudes:

Para hablar de las clases de virtudes, Aristóteles parte de la definición de ser humano, que la define como animal racional. Existen las virtudes que perfeccionan la parte racional del hombre y las virtudes que perfeccionan la parte irracional:        
               *      Virtudes intelectuales parte racional
       Virtudes morales parte irracional
      Virtudes intelectuales: tres perfeccionan el entendimiento teórico y dos al conocimiento práctico.
     Entendimiento teórico Intuición

       Sabiduría

      Prudencia

        Entendimiento práctico

      Fortaleza

     La CIENCIA es el conocimiento de las cosas por sus causas, el conocimiento de la esencia de las cosas, el conocimiento que procede por demostración.

     La INTUICIÓN es el conocimiento directo de los primeros principios de la demostración.
     
   La SABIDURÍA es una síntesis de ciencia e intuición.

    La PRUDENCIA es una virtud intelectual que perfecciona el entendimiento práctico y consiste en conocer el bien y saberlo aplicar a las situaciones concretas de la vida. (Saber hacer en cada momento lo que hay que hacer). Equivale al arte de “saber vivir”, la prudencia es la virtud más importante. “El hombre que posee la virtud de la prudencia posee todas las virtudes”. Intervienen el conocimiento y la experiencia de la vida.

La FORTALEZA consiste en la capacidad de permanecer en la virtud a pesar de las dificultades o de los obstáculos de la vida.

    VIRTUDES MORALES: son aquellas que perfeccionan la parte irracional de nuestra naturaleza.

Aristóteles define la virtud como el término medio entre dos extremos viciosos. La virtud no se halla nunca en ningún extremo. El hombre virtuoso es un hombre moderado.
La valentía sería un termino medio entre la tenacidad y la cobardía. La sinceridad sería un término medio entre la grosería y la hipocresía.

    UNIÓN DEL CUERPO CON EL ALMA: para Aristóteles ésta unión es una unión sustancial, no accidental como pensaba Platón. Esto es así porque Aristóteles dice que el cuerpo y el alma forman un todo que es el hombre.

Dados los principios que ha dado Aristóteles podemos intuir que Aristóteles pensaba que el alma humana no es inmortal, porque está tan íntimamente unida al cuerpo, que muere cuando muere el cuerpo.

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